Atardecer
con sombras enjauladas.
Se duerme el patio
Patio de ladrillos, personajes con muchos años y recuerdos lo recorren y siguen encerrados en la memoria
de Rosa.
Vive allí desde su infancia, esos seres la acompañan en sus
días largos.
La casa tiene rejas y una jaula enorme, ubicada en medio del patio, debajo de la higuera.
Dentro de esa dulce prisión, un cardenal ensaya su canto. Los
canarios en nidos prolijos, intentan descendencia. Liban zanahorias para teñir sus
plumas.
Gatos traicioneros acechan a los pájaros.
Los recuerdos acechan a la prisionera de la casa.
Las sombras están en su cabeza de jaula.
Se duerme el patio. Rosa sueña otra vida. Regresa a la
infancia y vuelve a entrar a la casa.
Reconoce cada rincón. Cada planta: tacos de reina, el
naranjo, las margaritas florecidas.
El secreto temblor de las plantas entra por todo su cuerpo.
Vuelve a sus sueños de niña: a sus muñecas, al piano, a sus
lecturas (Capdevila, Corín Tellado), a los mapas, a los bailes.
Los vecinos y los amigos. Reuniones con asado y risas. Despedidas
y reencuentros, en ese patio viejo. La parra, la higuera y los ladrillos
gastados.
Todo brilla en su memoria.
guauuuuuuu enorme!!
ResponderEliminarbien contado!
estoy ahi también, lo senti
besos
BESOS, ESTÁS POR SUPUESTO...
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