sábado, 13 de junio de 2020

Sabores



Una torta milhojas me llevó a otros sabores de la infancia.
Recordé los pancitos mignones de Tanoira, panadería de la calle Entre Ríos 773. Mi padre los traía los lunes, en que las panaderías quilmeñas estaban cerradas.
También recordé las galletas de miel que vendían en una panadería de la calle Pichincha, en el barrio de Monte Cudine. Otro recuerdo para las sfogliatelle que también llegaban desde Capital, en días de reunión familiar, las traía un pariente que nos regalaba esas exquisiteces. Nosotros devolvíamos la atención llevando en nuestras visitas a casa de mi tía los “borrachitos”, de la panadería “La francesa”, que eran la locura de mi tío Juan.
Un comentario especial para las empanadas de La Americana, en cualquiera de sus sucursales, buenísimas, sabrosas, especiales para mi padre. En Quilmes estaba la casa Marrero con famosas empanadas fritas, verdadero placer que compartíamos con unas Quilmes Cristal en la vieja casa de San Martín y Colón.
Ahora esperamos  empanadas ,también sabores deliciosos en estos días marplatenses.