martes, 31 de mayo de 2011

Cerrar los ojos




Sueño en verde.
Veo un arroyo. Sauces que acarician sus aguas. Verde. Mucho verde.
Calma. Lanzo mis penas al arroyo. Mi ser es leve, vuela.
Floto en ese sueño verde.
Abro mis ojos y veo verde. Un fondo de altos pinos, azulados eucaliptos y sauces lacrimosos.
No hay agua.
Igual me siento leve.
El azul del cielo mañanero suple el agua cristalina, que se llevó mis confusiones.

viernes, 27 de mayo de 2011

Viaje por las aguas que brillan




Clodomiro parte en el Nochero. Enfila por una senda estrecha, cubierta de pastos duros.
Sudan sus manos curtidas. El corazón late acelerado. Un temor vago lo estremece.
Siente el placer del viento cantando en sus orejas y no puede disfrutarlo.
En la casa quedó Manuela, tiene contracciones. No se cumplieron sus nueve lunas. Su desazón es grande.
El avión fumigador pasó hace días. Todavía se huele amargo. Se traga amargo.
Sus manos ásperas se aferran a las riendas. Para acortar distancias toma por el monte.
Es otoño. Ha llovido mucho. Han desbordado los esteros. Igual decide cruzar el humedal.
Rodeará la laguna Galarza, invadida por camalotes y malezas. Clodomiro fue mariscador, es alto y fuerte. Es baqueano en la zona. Tiene experiencia, pero teme atravesar esa zona traicionera. Los latidos crecen.
Amanece cuando llega al pueblo. Toca a la puerta del médico. Le cuenta su problema, se disculpa por la hora. El doctor lo tranquiliza, le da muestras de un remedio.
Toma el camino del regreso. Serán suficientes las píldoras y el reposo o Manuela perderá el crío, como muchas de sus vecinas.
Se seca un sudor amargo.

jueves, 26 de mayo de 2011

Negra

DESPEDIDA


Un sueño de alondras disparó
victorioso su entusiasmo para
acompañarte Negra en tu partida.
Palabras breves advirtieron de tu viaje.
Volaste hoy domingo antes
que el sol se levantara.
Tu voz bella y libre flota liviana
sobre cárceles de plomo y cuida
por siempre el canto de la tierra.

Adiós Maestro


                                                                   “Extraña confusión de
                                                                                   mis sentidos”
                                                                                   A. Cortez


Flotaba mi alma en ese raro color que tiene el sueño.
Llega mayo. El día tres cumplirían años seres ausentes, muy queridos.
Mi amiga ochenta y ocho, el tío ciento uno.
Pienso en Don Ernesto, este 24 de junio llegará a los cien.

Pocas horas después me dicen que ha muerto, en la madrugada.
En mi extraña confusión del entresueño: ¿Habrá pasado a despedirse?