Leo “El perseguidor”, homenaje perfecto a un genio del jazz: Charlie Parker.
Escucho que otra vez Charly García provocó un escándalo en un hotel de Córdoba.
Síndrome de abstinencia, ¿quizá? Los periodistas especulan con algunos de sus dichos:”Me dan la droga para actuar y después me la niegan…”
¡Cuántas similitudes entre estos genios!
Bruno V…el periodista-amigo, en el cuento, sospecha que le proveen droga a Johny. Pero él mismo saca provecho de la muerte del músico y en la segunda edición de su libro incluye una fotografía del entierro con jazzmen famosos y una nota necrológica.
“En esa forma la biografía quedó, por decirlo así, completa”, comenta.
¿Cuántos están sacando beneficios de las actuaciones de García? ¿Son otros B.V.?
La droga los hace geniales y los destruye. ¿Habría tanta buena música sin droga y sin alcohol? ¿Habría tanto arte?
Cuantos escribieron o escriben en una situación alucinada por los efluvios de estas sustancias. ¿Se despierta el genio, lo aumenta o es sólo casualidad?
Cortázar dice en boca del periodista:”…no he querido mostrar al desnudo su incurable esquizofrenia, el sórdido trasfondo de la droga, la promiscuidad de esa vida lamentable…”.Sólo le da importancia, en la biografía, al arte incomparable de la música, pero Cortázar mismo nos describe, en esa semblanza, los delirios del protagonista en innumerables páginas.
Creo que así debe ser con los artistas, disfrutar de la obra sin analizar como viven o sueñan los que la crearon.