lunes, 21 de mayo de 2012

Ensueño


                                                                                “Vive con intensidad tu vida
                                                                                    y no dejes nunca de soñar”      
                                                                                                               W.W.
                              
 
Mis ojos están empañados en un laberinto diáfano. Chisporroteos de colores acunan mi soledad penosa y voluntaria.
En esa tarde larga e infinita, donde un abanico de silencio nos cubrió, imaginé este lugar inviolado y perfecto. ¡Esta plaza! ¡Mía!
Mía, por las mañanas, cuando todavía nadie abandonó sus sábanas y aún una pausa vaga cubre los restos de la noche.
Entonces quisiera recostarme sobre el pasto, cubierto de rocío, y disfrutar del gorjeo de los pájaros, y del verde húmedo, y del cielo que se tiñe de un rojo insoslayable.
¡Mirar al infinito!
¡Y encontrarte!

2 comentarios:

  1. esa plaza es tu casa en madrugada,te habla y te deja soñar
    casi niebla y sol a punto...provee
    no cualquiera tiene una plaza en la palma de la mano a la vuelta de la esquina
    una prosa poética cargada de sentimientos e imágenes...muy buena!

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