martes, 8 de mayo de 2012

Herencia



La unánime tormenta avanza desde el oeste.
Claire decide vender la cabaña, que es la herencia de la abuela Gretchen. La comparten con su primo Rudolf, pero él vive allí desde la muerte de la anciana, era su preferido y no quiere dejar el lugar.
El papá de Claire, que era francés, odiaba a los germanos. La relación con Rudolf, ario por naturaleza, no es buena. Nunca lo fue. Sus padres se odiaban y ellos heredaron ese odio.
Claire viaja desde Buenos Aires con su ex-esposo, que quiere comprar la propiedad para sus hijas. De ese modo quedaría en la familia y creen que así será más fácil negociar con Rudolf.
Éste no quiere transigir y está atrincherado, no piensa dejar entrar a nadie. Hizo destruir el muelle. Desde la ventana de su dormitorio divisa todo.
La unánime tormenta avanza desde el oeste. El Nahuel Huapi refleja las luces de los lampos.
Tiempo atrás Rudolf, por su profesión, estuvo en África, donde supo dormir elefantes enormes. Hoy en su refugio espera, rodeado de sus armas. Defenderá la casa a toda costa.
Lo conocí almorzando en la hostería "Las Cartas", frente al lago, en un otoño hace varios años. Desde entonces compartimos la cabaña.
Es un verdadero "loco de la guerra", pero lo amo y lo acompaño en su locura. 
Pronto estallará la tormenta.








2 comentarios:

  1. difícil herencia!!

    hubo cambios en el texto que leí antes no?
    me gustaba la primer frase al final
    me gusta el tono de intriga
    besos

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