Peñón de Teyú Cuaré
El run-run, de un Ford T, anuncia que desde
la casa de Lenoble, en el Peñón, se acerca la Señora.
Él la espera, con un ramo de fresias en la
mano. A este gesto romántico, responde ella posando para el artista.
En una de esas tardes, el escritor-pintor
sugerirá alguna pose algo más atrevida. Inspirado quizá por el perfume a
madreselvas que lleva en su lencería la Señora.
fue muy especial era Quiroga en sus maneras de amar, pero ella una genia con perfume a madreselvas. Y vos otra artista que describe y yo, veo la escena del paisaje, la belleza el aroma la seducción, el atrevimiento y el pudor...
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