sábado, 20 de abril de 2013

San Ignacio Mini



                                                                Peñón de Teyú Cuaré


El run-run, de un Ford T, anuncia que desde la casa de Lenoble, en el Peñón, se acerca la Señora.
Él la espera, con un ramo de fresias en la mano. A este gesto romántico, responde ella posando para el artista.
En una de esas tardes, el escritor-pintor sugerirá alguna pose algo más atrevida. Inspirado quizá por el perfume a madreselvas que lleva en su lencería la Señora.

Ésta se alterará y no repetirá las visitas a la casa de Quiroga.



1 comentario:

  1. fue muy especial era Quiroga en sus maneras de amar, pero ella una genia con perfume a madreselvas. Y vos otra artista que describe y yo, veo la escena del paisaje, la belleza el aroma la seducción, el atrevimiento y el pudor...
    besos

    ResponderEliminar