“La suerte baraja las cartas
y nosotros jugamos”
A. Schopenhauer.
Una total sensación de angustia, terror y soledad lo poseyó. Se
sintió atrapado.
Emil es flaco, aunque su cuerpo parece
amorfo. Su rostro seco y enjuto revela los años de sufrimiento en aquel lugar
remoto.
Esa isla en el Mar del Norte. Esa casa
embrujada. Ese viento infernal.
Recuerda el incendio. Recuerda a su madre y
las murmuraciones. ¿Se ganaba la vida
acostándose con hombres? Lo creyó siempre, a pesar de sí mismo. Ya no le
molestaba saberlo. Al menos habían tenido comida.
Fue la vida que les tocó recorrer. Pero esa
noche, cuando la encontró en la cama con su profesora, se torció su destino.
El recuerdo se nubla. Sólo se ve con un
leño encendido. Lo arroja sobre las dos mujeres.
Corre sin destino. No podrá dormir.
muy buen suspenso!!
ResponderEliminarresolución inesperada
me gustó mucho
GRACIAS, BESOS...
ResponderEliminar