Hoy he cometido un desatino.
Vestí mis galas y salí, bajo
la lluvia,
desafiando al viento.
Caminé mucho y te vi.
Supe, entonces, que el cielo
es tu techo y un adoquín tu
almohada.
Lloré al verte y supe:
¡Cuánto tengo!
19/07/2005

fuerte el tema ,bienvenido poema, denuncia , a la vez demuestra que los sentimientos humanos reaccionan ante la intemperie de otros miembros del reino de la naturaleza, ojalá rodos los humanos escuchen a sus sentimientos...
ResponderEliminarun gusto leerlo
besos
Gracias.
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