Mauricio
No puedo creer cómo has crecido. Recuerdo el día de tu nacimiento, hace casi diecinueve años: Llegué a la Clínica y te pusieron en mis brazos. Sentí una gran emoción, luego caminé las más de veinte cuadras que me separaban de casa como en una nube.
También me viene a la memoria la tarde en que estábamos solos en tu casa y me dijiste:"Me gustaría que estuvieran juntos con el abuelo, así los vería más seguido a los dos".
Otra vez, ya en Mar del Plata, salimos de compras los dos, y para cruzar te aferraste a mi mano. Volví a emocionarme.
Hoy te veo casi un hombre, trabajando para disponer de tu dinero y siento un orgullo enorme.
¡Te quiero mucho!


Como homenaje al día del Nieto que ni sabía que existía.
ResponderEliminartodos los días son de los nietos...es amor doble hacia los hijos y ellos, no?
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