Trabajo, a veces, con
los brazos de la ternura.
Es decir con el alma.
La enfermedad de este
tiempo me hunde
con los colores ajenos.
Lágrimas y pañuelos.
Otoño y fuego traen
besos del encuentro.
Los besos del adiós
son dueños de las
cenizas de la sangre.
Trabajo con palabras.
Los versos míos son
rostros contra la muerte.
Esa lluvia lavará
la catástrofe, que
no puedo borrar
con mis poemas.
Con palabras de Juan Gelman, en su homenaje.
ResponderEliminarmuy buen homenaje!!
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