Me levanté temprano, como casi siempre, leí mis correos y algunos diarios.
Preparo el desayuno y decido tomarlo en el comedor diario.
Veo mucha claridad. Un vecino dejó un farol encendido, toda la noche, en su parque.
En el otro extremo veo más luz. Tanto alumbra el foco de la calle, me pregunto.
Se corren las nubes. La luna llena, perfecta, redonda, blanca es la fuente de ese resplandor mágico.
Unánime comienzo, de esta mañana de mayo.
la luna llena
ResponderEliminarla mayor musa que nos da la noche
y nos mueve a la escribiente en madrugada