Estaremos como al principio.
Volviendo a comenzar.
Aprendiendo:
a hacer fuego,
a cocinar alimentos
alrededor de su calor.
A escuchar a los más viejos
su experiencia.
El calor del afecto
será importante siempre.
En la escuela, el diálogo
enriquecerá a discípulo
y maestro.
Todo comenzará otra vez.
La palabra, la comunicación
y el respeto indispensable
para la vida.
Sentados con los ancianos,
junto al fuego,
escucharán sus consejos.
La tecnología, que invadió otros siglos,
no pudo reemplazar el calor de una
mirada y el abrazo de un amigo.
.
ojalá!!
ResponderEliminarla rueda de la comunidad escuchando sus ancianos
es tan necesaria!!
Galeano, al citar al maestro Simón Rodriguez,nos advierte : "A quien no sabe cualquiera lo engaña y a quien no tiene cualquiera lo compra".Lo importante es educar para que se haga...
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